Clínica de la Hepatitis B

La enfermedad cursa en 2 formas típicas, asintomática y sintomática; existiendo además, casos severos y fulminantes (0,5-1%).
  • Asintomática: subclínica o inaparente, es la más común en neonatos y niños pequeños.
  • Sintomática: ictérica o anictérica.
Tiene una incubación media de 3-4 meses. El contagio puede realizarse de tres formas:

1) Desde la madre infectada al Recién Nacido intra o post-parto (transmisión vertical). Esta forma de contagio se produce durante el parto o inmediatamente después del mismo. Es la más importante en los países con alta prevalencia, generando una alta cantidad de portadores crónicos.

2) Por contacto con sangre o hemoderivados que contienen el virus (transmisión parenteral); mal uso de jeringas o agujas: drogas, acupuntura, diálisis, tatuajes; lesiones hospitalarias. Un mililitro de sangre contiene hasta 100 millones de partículas infectantes; por lo tanto, sangre, saliva, semen o secreciones genitales son infectantes; aunque los 3 últimos en menor escala.

3) Por contacto sexual con portadores (transmisión sexual).

Las manifestaciones extrahepáticas de la HB pueden presentarse bajo la forma de rash cutáneo, artritis, edema angioneurótico, glomerulonefritis, vasculitis y linfadenopatías.

Las formas crónicas son:
Portación sin síntomas.
Hepatitis B crónica (la activa evoluciona a cirrosis en el 30-50%, con una tasa de sobrevida a los 5 años, del 55%).
Cirrosis (25%).
Hepatocarcinoma primario (0,5 a 1%).

Notas:
Se considera portador crónico, el paciente que en dos muestras de sangre separadas por 6 meses, presenta HBsAg positivo; o éste más IgM antiHBc negativo.
Cada año aparecen 50 millones de nuevas infecciones, y se dan de 1 a 2 millones de muertes en relación directa con el virus. Tres cuartos de la población mundial vive en zonas de alto riesgo.
El 5% de la población general tendrá contacto durante su vida con el VHB: de ellos, el 90% de los menores de un año y el 5-10% de adultos se convertirán en infectados crónicos.
La posibilidad de contraer una hepatitis B crónica es inversamente proporcional a la edad de contagio: en el Recién Nacido un 70% a 90%. En menores de 5 años, un 20 a 50%. En mayores de 5 años, un 5 a 10%.